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Por Sandra Barrera, Prof. Especializada Educación Especial, Post grado Estimulación y Aprendizajes Tempranos, Danza Movimiento Terapeuta –Brecha-

Al decir de Brecha, Centro de Formación en Danza Movimiento Terapia en Buenos Aires, la Danza Movimiento Terapia se sintetiza como el arte y la ciencia que se ocupa de la vivencia del “movimiento sentido y los sentidos del movimiento”.

Introducción al término Danza Movimiento Terapia

Es una especialidad interdisciplinaria que ha generado una síntesis entre el arte de la danza movimiento, los aportes de la psicología y también de la medicina.

Se ocupa básicamente de “movilizar la relación cuerpo-mente a través del movimiento” (Dulicai, 2006, p.1) e incluye a la expresividad del cuerpo en movimiento/danza, la expresión emocional que la acompaña y la reflexión.

La DMT forma, nos informa y nos transforma

Nos forma al convocarnos a sostener una disciplina interactiva. Nos informa acerca de nuestros sistemas inter-relacionados con el medio y con su práctica, y nos transforma en personas sólidas al generar empoderamiento y resiliencia en nosotros mismos para poder adaptarnos a distintos grupos con diferencias en etnicidad, cultura, religión, status económico, géneros, sexualidades, edades y capacidades físicas y psíquicas (Maralia Reca, 2013).

Desde pequeños, incluso antes del nacimiento, hemos conocido y comprendido el mundo por medio de experiencias corporales y de movimiento. Las experiencias tempranas son básicamente sensoriales. Antes de la emisión de las primeras palabras, nuestra forma de comunicarnos fue eminentemente gestual y corporal, de ahí la importancia de volver al cuerpo, revalorizando este aspecto comunicacional más genuino y considerar el aspecto sensoperceptivo y el desarrollo cognitivo asociado a lo corporal.

A medida que desarrollamos nuestra conciencia del “sí mismo” y del ambiente, descubrimos que el cuerpo debe convertirse en instrumento sensible para posibilitar que se manifieste la interrelación entre el mundo interior y el exterior (Lisa Ullmann).

Un poco de historia

La disciplina surge en EEUU organizándose como profesión hace más de 40 años.

Una de sus pioneras Sharon Chaiklin, fue una de las que con su generoso aporte y espíritu mentor, contribuyó a la creación de Brecha en Buenos Aires, lugar donde tantas profesionales, psicólogos, bailarinas, educadoras, actores, musicoterapeutas, etc., hemos pasado horas de aprendizaje y amistad. Hemos confluido allí desde distintos puntos de Latinoamérica buscando perfeccionarnos en el movimiento como herramienta de salud y bienestar.

Comenzó en 1995 y un año después se inició la primera formación sistemática en DMT en Argentina. En el año 2000 se crea la Asociación Argentina de Danzaterapia, y hoy es una profesión que se expande ampliamente en todo Latinoamérica y Europa.

Se desarrolla en diversos ámbitos con fines altamente terapéuticos y con distintas poblaciones. En neuroqsiquiátricos, con niños y adultos con capacidades diferentes, con personas con desórdenes alimentarios, con embarazadas, con familias, con tercera edad, en Instituciones Educativas y de Salud, en procesos grupales o individuales, según la preferencia de cada profesional.

En los talleres ofrecidos mensualmente en Mar del Plata se busca generar un espacio seguro, sin preconceptos, en donde no hay nada que esté bien o mal, un lugar donde encontrarnos con nuestro ritmo interno, conocer y ampliar nuestros patrones de movimiento, incursionando en esta aventura de movernos y establecer contacto con otros.

La experiencia de movimiento posee tres momentos claramente definidos, que junto con la temática a trabajar, son tenidos muy en cuenta.

Check in: momento de contacto con la propia necesidad psicocorporal, con la respiración y la propiocepción.

Caldeamiento: trabajo psicofísico y lúdico a través de las consignas dadas que preparan para la actividad central o desarrollo.

Actividad Central o Desarrollo: dinámica vivencial acorde con el objetivo principal del encuentro y/o la necesidad grupal.

Cierre: hay distintas maneras de cerrar la actividad. Se suele hacer un plenario en círculo, dándoles a los participantes la oportunidad de poner en palabras lo vivenciado.

Después del movimiento se pueden utilizar recursos artísticos, como pintar, dibujar o moldear, para facilitar la transición entre el lenguaje corporal no verbal y la palabra. Con estos materiales artísticos podemos plasmar la experiencia presente en el cuerpo, en algo que está fuera del mismo. Es muy gratificante y estimulador ver las propias producciones y compartirlas.