Raúl Calamante, Secretario de Interior SUTEBA y Secretario General Adjunto CTA, evaluó la manifestación contra el tarifazo y los pasos a seguir.
“Creo que el gobierno tiene que prestar atención a lo que está pasando hoy en el país, vemos el grado de movilización en todas las plazas, por más que hagan un esfuerzo para ocultarlo los multimedios que son cómplices de esta política de concentración de la riqueza, de robarle al bolsillo de la clase trabajadora y achicar el mercado interno y con eso generar una transferencia enorme a los sectores concentrados de la economía.”
El dirigente gremial destacó que “es importante que los sectores políticos que hoy se diferencian de este gobierno entiendan que esta unidad que hay en la calle, con la diversidad que tiene, con las distintas centrales de trabajadores, organizaciones de consumidores, de Derechos Humanos, ciudadanos independientes, aunque tengamos distintos orígenes y procedencias nos juntamos para decirle que No a los tarifazos, para frenar una política devastadora. Los legisladores, tanto en el nivel municipal como provincial y nacional, tienen que juntarse para frenar este proceso, la única forma de parar esto va a ser con movilización, con organización y con representatividad política en las cámaras.”
Sobre la situación particular de Mar del Plata Calamante expresó “ya estamos pagando con aumentos, y eso que teníamos un recurso de amparo en el medio. Primero hay que recategorizar a esta ciudad porque, según estudios profesionales, Mar del Plata utiliza para calefaccionarse más energía que Neuquén, por ejemplo.”
Ante la posibilidad de que se establezca un tope del 400% al incremento tarifario manifestó un total rechazo: “Mar del Plata está pagando una tarifa muy alta. Igual hablar de un tope del 400% para alguien que pagaba una tarifa de $300 o $400 significaría unos $1200 o $1600 de gas, si a eso le sumás la luz y el agua estamos hablando de la mitad del salario promedio para pagar servicios públicos esenciales. Las tarifas más bajas eran para los trabajadores como un salario diferido, para la pequeña y mediana industria y para el comercio era una forma de subsidiar y mantener los puestos de trabajo, con el nuevo cuadro tarifario que pretenden imponer las Pymes están pensando cómo le va a cerrar la ecuación, o despide al empleado que tiene o lo traslada a precio, cosa que no puede hacer porque el mercado interno se va cerrando cada vez más, o directamente tiene que bajar la persiana. Para nosotros hay que frenar este proceso que quiere dejar atrás un país con un modelo industrial para formatearlo y entrar a la Alianza del Pacífico, es decir transformar un país con industrias y empleo a un país productor de materias primas donde se beneficien unos pocos.”
