Prefectura le disparó, limpió la escena y lo abandonó.
El barrio porteño de Parque Patricios fue el escenario que tuvo un nuevo caso de gatillo fácil. La víctima, un joven de 26 años que fue asesinado de dos disparos por efectivos de la Prefectura Naval. El hecho es aún más indignante si se tiene en cuenta a impunidad con la que se manejaron los integrantes de dicha fuerza de seguridad.
Christopher Rego, más conocido como “Bocha”, volvía a su casa en su camioneta y, al encontrarse con un control de la Prefectura, no frenó por no contar con los papeles que se había olvidado en la casa de un amigo. Inmediatamente, el oficial Pablo Brítez le disparó, provocando que choque contra un poste de luz.
Luego, dos prefectos volvieron a la escena del crimen para retirar los casquillos de bala que se encontraban en la camioneta. El accionar de los uniformados fue constatado a través de las imágenes de una cámara de seguridad que fueron solicitadas por el fiscal Daniel Pablovsky, quien está a cargo de la investigación.
Al llegar al lugar, personal de Policía de la Ciudad encontró la camioneta y notaron que el cuerpo y la camioneta tenían dos disparos de arma de fuego en el lateral derecho y otro en la parte trasera.
“Había llevado a un amigo a la casa. Cuando volvía lo paró la Prefectura y como no tenía los papeles se asustó y evadió la parada”. “Sólo hizo diez metros y lo mataron como un perro, le pegaron dos balazos, uno le entró por la garganta y otro por el pecho”, relató su padre.
En ese sentido, en diálogo con los medios de prensa, aseveró que la muerte de su hijo se enmarca en “un caso de gatillo fácil, no hay otra”.
En tanto, el suegro del Bocha reveló que los familiares están “destrozados”. No obstante, aseguró que “se va a hacer justicia”, porque “el pueblo se va a despertar”.
