La situación que atraviesa el país en materia económica puso en jaque a una de las principales firmas locales, como pocas veces se ha visto en la historia.
Se trata de la multinacional Arcor, que se encuentra a las puertas de un proceso de reestructuración de sus pasivos.
La firma, de acuerdo a sus estados financieros al 30 de septiembre de 2018, registraba una pérdida de $6.247 millones. La altísima tasa de interés y la mega devaluación de los últimos tiempos golpearon de lleno a la empresa, y eso está reflejado en los números, dado que en septiembre de 2017 no daba pérdidas y mantenía una ganancia superior a los $1.000 millones.
Arcor, como muchas otras empresas, se vio perjudicada por la caída de las ventas de los artículos de consumo masivos. Sin embargo, el mayor impacto provino del efecto producido por la devaluación sobre su deuda en dólares: de $2.000 millones en 2017, paso a más de $13.000 millones este año.
“Tienen un volumen muy alto de Obligaciones Negociables (ON) en dólares. Normalmente las empresas las van renovando, pero como se cerró el mercado de capitales en dólares y el financiamiento en pesos tiene tasas inviables, no tienen otra salida que ir hacia una reestructuración. Es un default elegante, pero no tienen otra alternativa. Claramente vendiendo galletitas no podés cubrir un agujero de $6.200 millones”, Asveró el analista de mercados Francisco Uriburu en diálogo con La Política Online.
La empresa Argentina es una de las pocas que tuvo éxito en su estrategia de globalización, con plantas industriales modelo en distintos países de la región. No obstante, el 72,9% de sus ventas son en Argentina, lo que la hace muy dependiente de los vaivenes económicos.
“Esto es sólo un botón de muestra de lo que está pasando en el país. Se están cayendo todas las empresas y pronto vendrán más convocatorias”, advirtió Uriburu.
Se estima que Arcor optará por una reestructuración de su pasivo a través de un mecanismo denominado APE (Acuerdo Preventivo Extrajudicial).