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Cuando nos empeñamos en gastar sumas extraordinarias en políticas hablando de cosas como la violencia, delincuencia, igualdad de género y 50 mil cosas más que ahora están de moda nos olvidamos que el gran problema es que durante años se olvidó que el gran problema es la educación inicial” (Intendente Carlos Arroyo)

El discurso fue motivo de distintas reacciones y rápidamente comenzó a viralizarse por las redes.
En un momento en el que la sociedad y en este caso la comunidad de Mar del Plata está particularmente sensibilizada y ocupada en la lucha contra las violencias y en que el femicido de Lucía Pérez trasciende las fronteras para ser motivo de repudio internacionalemente, las palabras dichas por el jefe comunal fueron muy mal recibidas.


Alguien pudo llegar a esgrimir que estos dichos no necesariamente hablan del desitenterés de un tema que nos desvela. Inclusive afirmar que el intendete no tuvo la intención de minimizar el problema y que sus expresiones revalorizan la importancia de la educacion inicial y condenan las altas inversiones en campañas de prevención por supuestos altos montos de dinero invertidos para ese fin.
Pero hay términos que no podemos pasar por alto. La moda es uno de ellos.
Si recurrimos a la Real Academia española nos encontramos con la siguiente definicion: Del fr. mode.
1. f. Uso, modo o costumbre que está en boga durante algún tiempo, o endeterminado país.
De moda
1. loc. Adj. Que en un momento determinado goza de destacada aceptación. U. t. c. loc. Adv.

Para referirme a la cuestión si la violencia de género entra en la categoría de moda tal como nos lo indica la definicion del diccionario tal vez sea preciso historizar en el sentido de las leyes con las que contamos.

La Ley 26.485 Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales fue sancionada en marzo 11 de 2009 y promulgada de hecho en abril 1 de 2009.

Según las estadísticas oficiales de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina en el año 2015 se atendieron 11.348 casos. El 65% de esas consultas fueron realizadas por mujeres. En el 80% de los casos el vínculo entre las personas afectadas y denunciadas es del tipo de pareja (exparejas, convivientes, cónyuges y novios). 

Por otra parte, las noticias nos dicen que luego de la marcha Ni Una menos del año anterior, hubo 217 femicidios mas en la Argentina. De más está decir que cualquier persona que se informe puede, en un simple análisis, aceptar y entender que estamos ante un problema demasiado serio como para entrar en el terreno de las argumentaciones banales. 

Pareciera que no resulta un mal gasto, sino simplemente un gasto la inversión destinada a prevenir e informar acerca de un hecho social auténtico que nos arrebata diariamente la vida de una mujer. 

El término “moda” aplicado a la esclavitud y la explotación sexual como así también a las violaciones y a todo tipo de violencia constituye en primer término un grave reduccionismo ante lo que la historia nos ilustra desde la Edad Media por lo menos. 

Con solo asomarnos a los estudios que revelan lo que constituyó la Caza de Brujas durante por lo menos dos siglos vamos entendiendo que evidentemente las torturas y diversas formas de violencias y de exterminación hacia las mujeres exceden cualquier comentario relacionado con una moda o una tendencia actual.
Y que por el contrario, fueron las bases de una metodología de control de los cuerpos rebeldes a las imposiciones del Estado y de la Iglesia y esencialmente a la apropiación de la fuerza de trabajo del sistema capitalista, gran responsable del lugar de sumisión de la mujer en el mundo.

Por lo visto, la Historia nos enseña que los problemas no son nuevos y que se han ido agudizando hasta llegar a un momento en el que ya es hora de cumplir con los acuerdos, las ordenanzas, las promesas y las funciones para las cuales han sido elegidos nuestros gobernantes. 

Que en esta oportunidad y lejos de que prevalezcan sus discursos y sus mas íntimas concepciones (atravesadas por una impronta machista y una concepción obsoleta del rol de las mujeres) deberían adecuarse a la difícil situación que nos hace retroceder siglos a pesar de las grandes luchas que se vienen dando no solamente en la ciudad de Mar del Plata desde el Movimiento de Mujeres sino desde una cultura que no resiste el peso de la opresión.

Por todo esto viene bien recordar la cita de Sigmund Freud cuando nos dice “Se comienza cediendo en las palabras, y se termina cediendo en las cosas” y reflexiónar en torno a la importancia de comenzar por nombrar aquello que nos ocupa como problemática instalada en las marcas de los cuerpos de tantas mujeres.

Algunas habiendo sobrevivido a la crueldad inscripta en sus cuerpos. Otras ya ausentes pero presentes en la memoria activa, la que no pasa de moda, la que nunca estuvo de moda tampoco porque es la resultante del constante ejercicio de un pensamiento critico y de acciones colectivas.

Entonces sería deseable que para no seguir cediendo en las cosas y desde lo que dice la Ordenanza que habilita la Emergencia en Violencia de Género se cumplan con todos los artículos destinados a proteger, erradicar, educar, asistir, prevenir y destinar programas y recursos humanos y económicos antes de esperar el próximo golpe o el siguiente femicidio.

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