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La gestión de los residuos es un problema que viven cotidianamente la mayoría de los municipios. En General Pueyrredon este tema ambiental se mezcla, además, con el conflicto social y demuestra la incapacidad política para resolver esta situación.
El manejo de los residuos es un negocio millonario que se divide en dos etapas. Actualmente la recolección de Residuos Sólidos Urbanos está en manos de las Empresa 9 de julio. La licitación se realizó a finales de 2015 y el contrato que vencerá en 2024 lo firmó Carlos Arroyo el 12 de enero de 2016. En noviembre del año pasado, el Intendente readecuó el canon de la empresa por tercera vez, aumentando el monto en un 42,3% en 2016. Así la Municipalidad pasó a pagar por este servicio $64.947.782,83 mensuales, por lo cual aproximadamente el 11% del presupuesto total de General Pueyrredon se destina a esta empresa.  
Este servicio es francamente deficiente y hay barrios enteros que padecen el mal desempeño de “la 9 de julio”. Durante años las multas a esta empresa fueron irrisorias y su margen de ganancia astronómico. Evidentemente todos los oficialismos son cómplices de esta situación. 
Por otro lado, la segunda etapa de este proceso es la Disposición Final de los Residuos, y aquí es donde la situación social se expresa con mayor intensidad. Porque desde hace años se anuncia que el predio inaugurado en 2012 está a punto de colapsar, que se está produciendo un grave daño ambiental. Pero a esto hay que sumarle que cientos de familias viven de (y en) la basura. A principios de 2016 se censaron más de 300 recicladores informales en el lugar y esta cifra no ha parado de crecer, la crisis económica en que se encuentra el país y se expresa ferozmente en nuestra ciudad hace que cada vez más personas se vean obligadas a ir a buscar comida al “basural”. 
Muchos incluso viven allí, en un contexto que degrada a las personas. Es el máximo nivel de expulsión social y el intendente no sabe o no quiere resolver esta situación.  
La empresa que gestiona el predio se llama Tecsan, y actualmente está en tratamiento en el HCD un pliego para concesionar nuevamente el servicio y realizar tareas de mejora y ampliación. El mayor problema para poder aprobar ese importante expediente es que la Municipalidad no sabe de dónde va a sacar los fondos para las obras.
Para pensar en nuestra ciudad el tema de la basura, al daño ambiental, a las deficiencias del servicio, a los millonarios contratos hay que sumarle la situación social que se agudiza en momentos de crisis. Si la política, con el Intendente a la cabeza, no toma dimensión del problema, será muy difícil llegar a una solución.