Sólo por un voto, seis votos contra cinco, el Supremo Tribunal Federal de Brasil rechazó el hábeas corpus a favor del máximo líder popular Luis Inacio “Lula” Da Silva, quien encabeza todas las encuestas de cara a las próximas elecciones de octubre.
Este vergonzoso fallo pasará a la historia como el segundo hito de la nueva modalidad de golpes políticos contra dirigentes de raigambre popular que encabezan proyectos de inclusión social y transformación política y económica. El primero fue el surrealista juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff que derivó en la llegada al gobierno del presidente de facto Michel Temer. Lula quedó a un paso de ir preso y las calles en Brasil comienzan a agitarse prometiendo grandes enfrentamientos. La organización popular sudamericana en su máximo punto de crisis.
Como era de prever, los integrantes del Supremo Tribunal Federal, atados de pies y manos y manipulados por el stablishment y el poder de fuego de la artillería mediática, votaron a favor de que Lula Da Silva termine preso. Esta situación, sumado a la tensión que se vivió en los últimos días en el país hermano con el Ejército, que no tuvo ningún reparo en anunciar un próximo “Golpe de Estado” en Brasil, si a Lula le aceptaban el hábeas corpus (y por lo tanto se hubiese convertido sin dudas en el próximo presidente brasilero), enluta aún más la delicada situación política que atraviesan nuestros países de la región, cuyos procesos democráticos se ven degradados, y cuyas organizaciones populares atraviesan fuertes crisis y no encuentran sus rumbos emancipadores.
En este sentido, las Fuerzas Armadas del país hermano, junto a los principales medios de comunicación y -otra vez- el poder Judicial, se convirtieron en el ariete necesario no solo para sostener a un presidente de facto, como es Michel Temer, sino que dirigidos políticamente por intereses foráneos cuyas órdenes son emanadas directamente desde Washington, aplicaron un golpe certero contra la esperanza política más clara y concisa del devenir popular sudamericano. Un posible encarcelamiento a Lula, es un retroceso aún más enorme del que ya se vive para millones y millones de compatriotas de este sueño forjado por San Martín, Bolívar y Perón -entre otros-, que es la constitución de la “Patria Grande”.