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Escribe Alejandro C. Tarruella.

 

El Gato Sylvestre se aprestaba a entrevistar a Víctor Heredia en el segundo hall del ND/Ateneo cuando se estrenaba “El camino de Santiago”, el documental de Tristán  Bauer. Por la tarde se conocía que las multas al gremio de camioneros y a los docentes de la provincia de Buenos Aires, ascendían a 1.053 millones de pesos. En la mañana, el juez Bonadío y el ex jefe de seguridad de Boca, Stornelli, promovían un show de detenciones fuera de la Constitución y el Estado de Derecho, poco antes de que el sucesor del súbdito británico J.J. Aranguren, Iguacel, anunciara un tarifazo en favor de las corporaciones de energía.

Bonadío y Stornelli se basaban en unos cuadernos que había recibido un periodista, que presentaban como un diario del chofer de un ministro del gobierno de Cristina, en el que revelaba su participación en reuniones de conducción. El absurdo iba en busca de su sombra.

Sylvestre se sorprendió de pronto ante la irrupción de un grupo de encapuchados que sin presencia policial (tal vez con su auxilio) rompían los blindex de la entrada. El hecho hubiese sido más grave si no sucedía que, sobre la calle Paraguay donde está la sala teatral, el ex ministro de Seguridad, Sergio Berni, y el líder social Juan Grabois con un grupo de personas, detenían a agresores que llegaban a unirse a quienes atacaban y evitaban así que la situación se agravara. Incluso detuvieron a dos de ellos que lanzaban volantes autoseñalándose como un grupo anarquista, escudería que suelen emplear los servicios de inteligencia para realizar sus tropelías.

C5N y la producción del conductor entrerriano, que contaba con la participación de Sergio Villarroel y la presencia de Omar Plaini y el abogado Daniel Llermanos, que representa a Hugo Moyano, recibían en esos momentos a un grupo de la policía, experimentado en explosivos, que concurrían –es curioso- argumentando la necesidad de invadir el canal, retirar al personal en actividad, y revisar las instalaciones debido a una amenaza de bomba. Los trabajadores se negaron a abandonar C5N, acechado por el gobierno del angustiado Macri (lo revelan amigos y periodistas cercanos) y continuaron su tarea. En exteriores, el movilero era Ivan Schargrodsky, que entrevistaba a la diputada rionegrina María Emilia Soria, que fue impedida de ingresar al canal en un día en el que había realizado varias denuncias.

Todos los fuegos, el fuego

“No hay que jugar con fuego”, analizaba Villarroel en tanto se estimaba que los hechos del N/D Ateneo -donde había llegado hasta la concejal platense Victoria Tolosa Paz, para expresar su solidaridad con los asistentes y trabajadores- estaban producidos de modo deliberado desde el corazón del Estado. Poco después, llegaba Pepe Albistur, gestor del N/D, que había cedido el teatro para estrenar “El camino de Santiago”. La policía llegó, no tomó nota de los elementos de prueba, de manera que es posible establecer, como dijo al aire Sylvestre, que fue un atentado con complicidad estatal. Sylvestre reveló que Stornelli anunciaba “los cuadernos” hace un mes y Llermanos contaba que los abogados quieren llamar a un duelo nacional “por la muerte de la justicia”.

¿Qué sucedía en un día en el que todo parecía haber enloquecido? La causa por los dineros truchos de la campaña electoral, que involucran a Vidal y a Macri, la corrupción de la deuda externa, el festín de los que se benefician con el tarifazo, no se sostienen. No se sostiene la línea oficial de injerencia en la causa de la desaparición y muerte de Santiago Maldonado y hay algo más.

En Londres saltó el caso de Cambridge Analytica, que intervino sobre las redes corporativas de uso social en el caso Brexit, y actuó en favor de Macri en su extraño triunfo electoral. ¡Si Córdoba hablase! El caso impactó en Cambiemos y acentuó la reacción de este 1° de agosto cuando no los alcanza ni la caña con ruda ni la pachamama. Marcos Peña, la Bullrich y otros, salieron a dar respuestas en varias direcciones, tenían que lanzar hechos de violencia y hacerse pasar como víctimas. Lo hicieron cuando perdían de vista la sensibilidad de la sociedad que no soporta ya la presencia de Cambiemos.

El gobierno bajaba la cantidad de dólares destinados a la joda diaria de la especulación, no por decisión propia sino por gobierno del FMI. El cielo de la Argentina, en tanto, en medio del dolor del pueblo que no puede alcanzar muchas veces el pan nuestro de cada día, tiene un panorama internacional favorable a su resurrección. Los BRICS son cercanos a la etapa del país, tienen créditos que no guardan relación con la usura del macricidio y los herederos del derrumbe del 2001.

Y no lo ve el gobierno, cuyos Ceos parecen predecir saqueo, fuga y misterio, y le cuesta verlo a un sector representativo político que, en general, mercantiliza su propuesta y espera reiteración de cargos o acceso a sus virtudes. La incertidumbre anda suelta y cuando se manifiesta, en política o historia, precede a los cambios profundos, a la renovación generacional que precisan los vientos nuevos. Se trata de contar en esta nota periodística que los nuevos tiempos se avecinan y se opera sobre ellos. Se pretende desviar el destino del viento, y la soberbia no supera el rumbo cierto del pampero.