Posicionamiento de la Asociación Argentina de Actores.
“Después de una burda operación mediática para desprestigiar a su ex presidente y justificar así el pedido de su renuncia, el gobierno se propone avanzar sobre una institución que garantiza el fomento de trabajo nacional: el Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales INCAA.
Se prepara una lisa y llana intervención, con el aval presidencial, y de subalternos como el Ministro de Cultura, con participación de la Oficina Anticorrupción para justificar la misma.
El estupor ha unido a toda la comunidad cinematográfica. Sin embargo, la indignación y la violencia que provoca semejante movida, y los métodos usados para dirimir una interna del equipo gobernante, no debería ser la cortina de humo que nos impida ver la maniobra urdida y que le da sentido a esa intervención: Tuvimos hace muy poco tiempo un simulacro de escaramuza cuando nos anoticiamos que se pensaba eliminar el 10% del impuesto a las entradas de cine que forma parte de lo que se recauda para el fomento de la industria cinematográfica, y que administra el INCAA. Luego del rechazo colectivo del sector y de la desmentida oficial, que vivimos como una marcha atrás, advertimos que ese no era el único riesgo al que estábamos expuestos. La recaudación del canon que pagan los empresarios del Audiovisual a través del ENACOM, que asimismo el INCAA recauda y distribuye para el fomento, también se podría eliminar en una suerte de quita de retenciones al sector empresarial de la TV al estilo del que fue beneficiado el sector agro exportador y el de la minería.
Hoy, justificadamente, esa sospecha toma cuerpo. Así, vaciado, sería el final del INCAA y transformaría en abstracta la Ley de Cine que tanto costó conseguir y que es ejemplo en todo el mundo. A las pérdidas de fuentes de trabajo que ya sufrimos por la crisis económica, se sumarían las ocasionadas por esta situación, compañeras y compañeros engrosaríamos la enorme y fatídica lista de desocupados de nuestro país”.