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Más que la desigualdad económica, social y racial, el degradante régimen penitenciario brasileño refleja hoy el abismo existente en términos de acceso a la justicia y la garantía de derechos fundamentales, opinó la investigadora Camila Nunes Dias.

 

Para describir en una frase el sistema carcelario de Brasil, yo diría que 'es una máquina de destruir personas, de acabar con su dignidad, con su salud y con sus sueños', resumió la también catedrática de la Universidad Federal del ABC de Sao Paulo.

Entrevistada por el portal Vermelho, del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), a propósito de la masacre ocurrida a comienzos de este año en el Complejo Penitenciario Anísio Jobim, en Manaus (Amazonas), Nunes Dias reconoció que es difícil describir el escenario actual de las prisiones en el país.

Es un sistema muy grande, con particularidades en cada estado, pero con algo común en todos los casos: las condiciones pésimas, degradantes, del encarcelamiento, valoró la integrante del Núcleo de Estudios de la Violencia de la universidad paulista.

Las instituciones carcelarias nada hacen salvo someter a sufrimientos, violar los derechos de los reclusos y estigmatizarlos, imputándoles o profundizando en ellos una identidad 'delincuente', indicó.

La investigadora advirtió asimismo que no hay como reducir la violencia manteniendo los abismos sociales, culturales, económicos y políticos existentes hoy.

El tema de las prisiones en Brasil ganó nuevamente notoriedad desde los primeros días de este año, tras la matanza de 56 reclusos en el amazónico Complejo Penitenciario Anísio Jobim, un hecho que ayer el presidente Michel Temer consideró como un 'accidente pavoroso'.

A raíz de la sangrienta rebelión, la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) señaló que esta no se trató de un hecho aislado, sino 'reflejo de la crónica situación' de las cárceles de Brasil.

En un mensaje difundido aquí, la Acnudh exigió a las autoridades brasileñas que se acometa 'una investigación inmediata, imparcial y efectiva' de los sangrientos sucesos y que quienes resulten responsables por los mismos sean llevados ante la justicia.

La víspera, el titular en funciones de la Procuraduría General de la República (PGR), Nicolao Dino, anunció que investigarán los sistema carcelarios en los estados de Amazonas, Río Grande do Sul, Pernambuco y Rondonia, a fin de determinar posibles incumplimientos 'de normas constitucionales e infraconstitucionales'.

En una nota difundida aquí, la PGR recordó que el Estado brasileño responde ya ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos por violaciones detectadas en prisiones do Río Grande do Sul, Rondonia, Pernambuco, Maranhao y de Sao Paulo. (Prensa Latina)