Page Title. Maximum length 60-70 characters
Miles de ciudadanos salieron hoy a las calles de Australia para pedir al Gobierno el cierre de los campos de refugiados y el traslado inmediato al país de esas personas.

 

Organizados por distintos grupos de ayuda humanitaria, los mítines se centraron en las recientes propuestas de las autoridades para prohibir de por vida cualquier tipo de visado a los solicitantes de asilo y refugiados que hayan intentado entrar a Australia ilegalmente por vía marítima desde julio de 2013.

En diversas ocasiones, reportes humanitarios y de Naciones Unidas aseguraron que el gobierno australiano se hace de la vista gorda ante la crueldad deliberada y sistemática que sufren los solicitantes de asilo confinados en los centros de procesamiento en Nauru, uno de los dos radicados en el Pacífico, junto al de la isla papuana de Manus.

El nuevo plan migratorio es visto por distintos sectores de la opinión pública como insensible, discriminatorio, disfuncional y cada vez más desesperado. Incluso, algunos expertos sugieren que su implementación incidiría en una caída en la popularidad del actual primer ministro, Malcolm Turnbull.

Una encuesta publicada a finales del mes pasado mostró que Turnbull era menos popular que el ex primer ministro y compañero suyo de partido, Tony Abbott.

Se prevé que el titular introducirá la legislación para cambiar la Ley de Migración cuando el Parlamento vuelva a reunirse la próxima semana. (Prensa Latina)