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En el calendario de las fechas más significativas para el pueblo argentino, el 24 de marzo es una jornada que marca uno de los mayores logros de los últimos 40 años: la consolidación de la memoria colectiva contra el olvido, los abusos y el silencio.

 

Este año en particular, la multitudinaria movilización que comenzó a concentrarse a las 10hs en los alrededores de Plaza de Mayo, y siendo las 20hs todavía algunos grupos, tambor en mano, seguían marchando por la avenida de Mayo, se vio potenciada por el rechazo al negacionismo que el gobierno de Mauricio Macri propone, a la vez que se hicieron oír, como un prólogo que entroniza el escarmiento, el rechazo a las políticas de hambre y ajuste que lleva adelante el ejecutivo. 

Con las Madres y Abuelas, y los Organismos de Derechos Humanos a la cabeza, una multitudinaria movilización conformada por cientos de miles de compatriotas, avanzó por las calles de Buenos Aires rumbo a la histórica plaza, en la que se destacaron la presencia del Partido Justicialista, cuyas columnas de Provincia de Buenos Aires y CABA marcharon juntas en una desbordante masa humana, junto a otras organizaciones del campo nacional y popular, organizaciones estudiantes, gremiales y colectivos artísticos. “Los 30.000 no se discuten”, era el grito unificador de toda esta comunidad organizada que volvió a hacer notas su presencia en las calles.

Ya sea en las banderas, carteles, cánticos, discursos como en las remeras, las calcomanías en la ropa y hasta en las caras pintadas podían notarse las comparaciones entre el gobierno de Mauricio Macri con  la última dictadura.

Desde el comienzo de la Avenida 9 de Julio el paso vehicular estuvo cortado desde temprano, por lo que los manifestantes fueron acercándose a la Plaza de Mayo a pie, entre batucadas, murgas, micros estacionados y cánticos como “olé, olá, como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”. Por Avenida de Mayo, el camino hacia la concentración la ilustraban artísticamente desde un baile interpretado por jóvenes vestidos de negro con máscaras blancas, hasta personas vestidas y pintadas de gris que evocaban las fotos sepia de los detenidos desaparecidos por la dictadura del ’76.

Al llegar a la histórica Plaza, entre los carros de comida y bebida y los cientos de banderas de distinto color con los nombres de agrupaciones políticas, sobresalían por su contraste numerosos carteles con fotos en blanco y negro de víctimas del terrorismo de Estado.

Alrededor se podía ver todo tipo de mensajes en contra del gobierno y en sus más diversos formatos: siluetas humanas de papel que tenían escrito “Son 30 mil. Fue un genocidio”; carteles con las opiniones sobre la última dictadura del jefe de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, el ex ministro de Cultura porteño Darío Lopérfido y hasta del propio Macri; calcomanías que decían “Macri gato” pegadas en la ropa, y hasta un helicóptero hecho de cartón.

Los cantos de protesta contra las políticas de hambre y ajusta de Maruricio Macri, fueron otras de las protagonistas de esta jornada de lucha, reflexión y resignificación de la memoria colectiva.

También se repartían folletos y volantes con las consignas del acto y mensajes contra el gobierno, como la “Carta Abierta de un Peronista a la Junta de Ceos de la Restauración Conservadora” que entregaba la JP Descamisados, basada en la original “Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar” del periodista y escritor detenido y desaparecido Rodolfo Walsh el 25 de marzo de 1977.

Desde el escenario, al que luego se subirían las integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y otros organismos de derechos humanos, pasaban música -sonaron artistas como Charly García y León Gieco- y audios de frases famosas relacionadas a los ’70.

Una de las principales ovaciones se escuchó cuando reprodujeron el momento en que el ex presidente Néstor Kirchner pidió “perdón de parte del Estado nacional” por los delitos cometidos durante esos años y el “silencio” guardado después.

Sin embargo, por su lado y en paralelo a lo que se llevaba a cabo en el centro de la Plaza, frente al Cabildo hicieron su acto las Madres de Plaza de Mayo con Hebe de Bonafini a la cabeza, subidas arriba de un camión.

Cada vez que alguna de las abuelas o madres llegaba a la Plaza, el público se corría para dejarla pasar y entre aplausos la alentaban cantando “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”.

Al finalizar el discurso de las madres y abuelas, los asistentes, por las dudas, volvieron a explotar: “Mauricio Macri, no seas gil, los compañeros siguen siendo 30 mil”. (IB24)