El padre Francisco “Paco” Olveira, es un destacado referente social y eclesiástico. Se encuentra al frente de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el barrio Isla Maciel de Avellaneda. Como protagonista desde su acción pastoral e integrante de los Curas en la Opción por los Pobres, brindó su testimonio a IB24, para el Informe Especial sobre Néstor Kirchner.
-¿Qué recordás de la llegada de Néstor Kirchner al gobierno en el año 2003?
- Al principio fue una incógnita y una gran desconfianza porque venía de la mano de Duhalde, y a mí me generaba una gran desconfianza, era simplemente “el mal menor”. Después, con el discurso de asunción, empecé a pensar “si esto que dice lo pone en práctica, las cosas van a ser distintas”, pero igualmente sentía una gran desconfianza porque uno ya no creía en nada de la política: no creía en el peronismo, no creía en un frente de centroizquierda como había sido la Alianza con el FrePaSo, pero después cuando empezó a hacer, como cuando al poco tiempo de haber asumido solucionó el problema de los maestros de no me acuerdo de donde eran, pero que no cobraban hacía tanto tiempo, ahí empecé a prestarle más atención, y de a poquito como les pasó a tantos otros, empezamos a enamorarnos de vuelta de la política, viendo a un tipo que se enfrentaba a las corporaciones, y finalmente un dolor muy grande cuando murió; sentí que se moría un hermano, un amigo, un compañero.
- ¿Para la obra que llevan adelante los Curas en la Opción por los Pobres, que significó la presidencia de Néstor Kirchner?
- Significó que los pobres volvieron a tener un lugar en nuestra Patria, Néstor Kirchner hizo una opción por los pobres desde la política, buscó eso: que los pobres dejaran de ser pobres y que además fueran los protagonistas de sus cambios y vivencias de mejoras.
- ¿Cómo viviste el fallecimiento de Néstor?
- Fue un dolor muy grande, yo me fui con la virgencita de Luján, la réplica que tenemos en nuestra parroquia, nos fuimos a la Plaza y la gente nos iba abriendo camino para que pudiéramos llegar al vallado. Nosotros con esa misma virgencita habíamos ido cuando fue lo de la 125, y se la mostramos a él y le dijimos que nos daba fuerzas para seguir. Después volvimos a la Isla (Maciel) con la virgencita, la dejamos acá y volvimos con la gente e hicimos la cola toda la noche hasta que pudimos entrar para dejarle todo nuestro cariño y respeto.