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Así lo afirmó Cristina Fernández de Kirchner al ser consultada por la situación económica actual que atraviesa el país. En C5N, ante el periodista Roberto Navarro, habló de los tarifazos, de su gestión de gobierno, y de las indagaciones e investigaciones que siente como persecutorias.

Navarro le consultó si había viajado a Buenos Aires por las causas que tiene en su poder el juez Federal Claudio Bonadío, a lo que ella respondió que había ido porque es madre, abuela y tenía distintas actividades que realizar allí. Agregó que quiere proponerles a los jueces una auditoria sobre los sobreprecios en las obras públicas.

Al ser consultada si se sentía perseguida explicó que sí: “estoy siendo investigada por dos jueces que investigan la misma causa. […] Yo sé que todo tiene un precio, si hubiera hecho lo que hicieron otros gobiernos no tendría estos problemas. Haber decidido recuperar las AFJP, YPF, el poder adquisitivo de los trabajadores, políticas de Derechos Humanos y demás, tiene este costo.

La ex presidenta remarcó que al recibir el gobierno en 2003 se encontraron con un país “descapitalizado, endeudado, con niveles muy altos de indigencia, hambre, etc”; y remarcó que “al dejar el gobierno se había recuperado Aerolíneas Argentinas, YPF, Aguas Argentinas y los ferrocarriles. Además, dejamos un país con el índice de endeudamiento más bajo de la historia.

También se refirió al momento político y expresó que: “faltan ideas de cómo plantear una alternativa. Necesitamos una oposición que no obstaculice como hicieron con nosotros, sino que sea crítica.”.

Al referirse a la situación que atraviesa Brasil expresó que: “no es coincidencia lo que sucede allí. No creamos que es una originalidad lo que sucede tanto acá como en Brasil. Las movilizaciones, las consignas, los ejes mediáticos, lo que pasó con Evo en Bolivia, todo es muy similar. Es un modelo de intervención en la región.”

Con respecto a los tarifazos señaló que: “Fue monstruoso. El deterioro fue muy rápido e impactó en los consumidores y en las pequeños y medianas empresas.”. Explicó que: “hubo un ajuste brutal e innecesario. Esto bajó notoriamente el nivel de vida de los argentinos.”

Al finalizar, remarcó que no se debe perder nunca las esperanzas: “ es lo último que un dirigente debe perder. No importa el lugar que ocupa, este tiene la obligación de alentar a la gente y darle esperanza”.