Parejas de mujeres protagonizaron este martes un “besazo” colectivo frente a los tribunales porteños para protestar contra el procesamiento por “resistencia a la autoridad y lesiones” de una chica detenida en una estación de subte cuando estaba junto a su esposa.
Mariana Gómez fue detenida en octubre en el Centro de Trasbordo de Constitución, y tanto la joven como su esposa aseguraron que se debió a que estaban besándose.
En el caso tomó intervención la jueza María Fontbona de Pombo, a cargo del juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 45, quien tras analizar las pruebas en la causa consideró que la intervención policial, que derivó en un violento forcejeo ante la resistencia al arresto, fue “legítima”.
En su resolución, la magistrada indicó que el forcejeo con la policía se produjo ante “la negativa de la muchacha de apagar el cigarrillo que estaba fumando en un ámbito conocidamente prohibido a esos fines”.
La juez, además, descartó que hubiese obedecido “a un motivo discriminatorio y/o persecución contra la prevenida por su condición sexual”, como sostiene la defensa.
Mariana Gómez y su esposa Rocío Girat denunciaron que fueron víctimas de homofobia y que la detención ocurrió porque se habían abrazado y besado en público, aunque admitieron que una de ellas estaba fumando.