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La mandataria quedó 17 puntos por debajo del candidato del Frente de Todos, que se arrimó al 50 por ciento.

 

La aureola de súper-candidata-invencible que Cambiemos, algunos encuestadores y la prensa adicta le adjudicaban a María Eugenia Vidal se estrelló contra un combo que sí resultó realmente imbatible: la combinación entre la desastrosa gestión oficialista y la aparición de un oponente extraordinario como Axel Kicillof, que la derrotó por amplio margen.

La mandataria quedó 17 puntos por debajo del candidato del Frente de Todos, que se arrimó al 50 por ciento. En algunos municipios como La Matanza, Merlo y Moreno la diferencia alcanzó los 40 puntos.

De tanto escuchar la palabra CAMBIO, los bonaerenses decidieron cambiarla a Vidal. De la mano del ex ministro de Economía Axel Kicillof, el peronismo volvió a ganar en su histórico bastión, el distrito más poblado del país. La gobernadora María Eugenia Vidal, pese a ser la dirigente política con mejor imagen de Cambiemos, quedó en un lejano segundo lugar, a más de 16 puntos del precandidato del Frente de Todos.

Según los últimos datos escrutados, Kicillof obtenía un poco más del 49 por ciento de los votos frente al 32 de Vidal. La diferencia generó un clima de enorme optimismo de cara a las generales de octubre, sobre todo porque en la provincia no hay sistema de doble vuelta.

“Ohhhh, vamos Kicillooof, Kicillooof, Kicillooof, vamos Kicillooof”, cantaban arriba y abajo del escenario del búnker ubicado en el barrio porteño de Chacarita, luego de que el primer candidato a diputado Sergio Massa anunciara que haría uso de la palabra “el próximo gobernador de la provincia de Buenos Aires”. Al lado del ex ministro estaba su compañera de fórmula, Verónica Magario. Previamente ya había hablado Máximo Kirchner.

“Hoy es un día lleno de felicidad, lleno de emoción. Ustedes saben que esta ha sido una campaña muy desigual”, arrancó Kicillof, quien realizó una larga lista de agradecimientos. Eso sí, comenzó “en primer lugar” por la ex presidenta Cristina Kirchner. Luego por Alberto Fernández, Magario y a través de ella y de Gustavo Menéndez, extendió las gracias a los intendentes peronistas.

No era para menos, en municipios del conurbano bonaerense como Merlo, Moreno y La Matanza (gobernada por Magario), el FdT superó el 60 por ciento mientras que Juntos por el Cambio apenas rondó el 20. Esa diferencia de 40 puntos se achicó en otras localidades, aunque no bajó del 20 por ciento: Lomas de Zamora, Escobar, Esteban Echeverría, Avellaneda, San Martín, Lanús y Almirante Brown, son algunos de esos ejemplos.

“¿Qué significa este triunfo? Que la mayoría de los bonaerenses quieren una provincia distinta, con otra prioridades, que quieren poner a la provincia de Buenos Aires en marcha”, explicó el candidato a gobernador, que hizo especial hincapié en la necesidad de hacer autocrítica. “Escuchamos los comentarios, las reflexiones, y las críticas también. Cuando decimos que aprendimos es porque escuchamos y hoy queremos representar a todos”, arengó ante los militantes. (Fuente: IB24)