A un año de ser electo presidente de Chile, Sebastián Piñera, cosecha un 47% de desaprobación de su gestión por parte de la ciudadanía.
La encuestadora CADEM publicó un informe que demuestra que la imagen negativa del mandatario ha ido en ascenso en los últimos meses y que su credibilidad ha disminuido.
Hace 365 días, los chilenos eligieron en segunda vuelta a Sebastián Piñera como presidente de Chile. A un año de dicha elección la imagen del mandatario ha caído de forma considerable, desplomando su nivel de credibilidad entre la ciudadanía. El empresario de derecha, que ya había ocupado el cargo entre 2010 y 2013, ganó en 2017 con el 54.58% de los votos, comicios en lo que hubo un 51% de abstención.
El pasado 16 de diciembre, la encuestadora CADEM publicó que la desaprobación del mandatario alcanzó valores de un 47 %, la más alta desde que asumió la presidencia en marzo de este año. Nueve meses en que su credibilidad ha ido en paralelo a las cifras de crecimiento: en baja. Uno de los factores que más ha crecido han sido los índices de desempleo en el país transfronterizo.
El pasado 30 de noviembre, el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE) informó que el desempleo a nivel nacional en el trimestre agosto-octubre, alcanzó un 7.1 por ciento; la cifra más alta en los últimos años. Esto se suma una desaceleración de la economía que se evidenció durante los últimos trimestres.
Al respecto, la economista para Chile de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), aseguró que “el mercado laboral en Chile se encuentra rezagado, con una tasa de desempleo que aún no disminuye”, aconsejándole al ejecutivo: “es esencial que el Banco Central haga un análisis profundo para comprender las holguras del mercado laboral y las presiones inflacionarias y poder actuar acorde a eso”.
Una de sus mayores promesas, tanto en su anterior Gobierno como en este, fue bajar los índices de la delincuencia. “A los delincuentes se les acabó la fiesta”, dijo en varias oportunidades durante su primer mandato. Sin embargo la tasa de denuncias por delitos había subido de un 55 a un 61.2%.
