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María José Lubertino, abogada, militante por los derechos humanos, integrante del partido político argentino Frente Grande.

Estimada Cristina:

Nos alegramos de verte bien y alegremente rodeada de tus seres queridos.
Como no somos de seguir personas sino ideas y no hemos sido jamás obsecuentes ni genuflexos con nadie queremos hacerte llegar algunas de nuestras bien intencionadas y cordiales reflexiones.

Estamos orgullosxs y siempre lo estaremos de formar parte y haber puesto nuestro grano de arena a una de las etapas más transformadoras de la Argentina en términos de inclusión y ampliación de derechos. Haber construido la fuerza colectiva para sostener este proyecto fue un gran mérito de Néstor y su articulación con los procesos hermanos de la Patria Grande en nuestras diversidades es un hito histórico. Tu inteligencia y coraje permitieron profundizar esa etapa con varias políticas aún más progresivas. Esto no fue un relato, lo vimos, lo vemos y es visible de Norte a Sur de Este a Oeste de la Argentina.

Hubo sin dudas cosas que no se hicieron y otras que se hicieron mal. Usando las palabras de Alfonsín en este caso hay más cosas que no quisiste hacer de las que no supiste, y sin dudas muchas no pudimos.

El actual momento es tiempo de escuchar más que de hablar, pero sin dudas debemos seguir actuando.

En primer lugar debemos actuar en defensa y SOLIDARIDAD de todos/as aquellos/as que ven conculcados sus derechos. Cada unx desde donde podamos, nosotras desde el llano -desde donde también se puede- . Debemos crear una red de protección ciudadana que exceda a una fuerza política o movimiento social y que articule los más diversos grupos y colectivos que no queremos retroceder al capitalismo salvaje. Esto excede la dinámica de la lucha de clases o las reivindicaciones de los/as trabajadores/as, porque las nuevas formas de capitalismo generan otras formas de exclusión y esas se superan con otras dinámicas de nuevos actores sociales.

En segundo lugar, sería muy importante despejar el tema corrupción del camino. Nos hace daño, nos lástima y empeña una etapa significativa. Vemos que hubo corruptos y fueron varios. No parecen casos aislados y estaban en lugares claves del Gobierno. Necesitamos que condenes la corrupción en tu gobierno, que hagas publicas tus ganancias y su modo de adquisición para aventar toda sospecha y que haya un mea culpa en función de tu responsabilidad política en relación a los funcionarios corruptos, o eventualmente que nos des alguna explicación. En paralelo vemos como el modelo que hoy se propone legitima un sistema de generación de riqueza consustancialmente inequitativo y corrupto, como cuando se naturalizan empresas off shore o se perdona la evasión impositiva a los poderosos.
En este sentido la autocritica debe ser aun mayor porque no se avanzó en los marcos normativos de reforma de las leyes de compras y contrataciones o de Obra pública del Estado y porque no se consagraron cambios estructurales en el sistema financiero que siguen permitiendo estas prácticas. Queremos avanzar junto con todas las fuerzas políticas que nos comprometamos con la ËTICA no solo discursivamente sino con estas reformas de fondo.

En tercer lugar y por último, queremos y estamos aportando a construir una agenda de cara al futuro, no pensando en eternos retornos a un pasado dorado imaginario. No queremos volver y menos que menos volver a atrás, queremos proteger lo conquistado y LLEGAR A DONDE QUEREMOS LLEGAR! Vamos por lo pendiente.

Queremos una DEMOCRACIA PARTICIPATIVA. La ampliación de derechos o la mejor redistribución de la riqueza no se consolidan sino hay una profundización de las calidades democráticas. Esto requiere no sólo menos presidencialismo y más debate parlamentario sino incrementar los mecanismos de participación directa para la toma de decisiones (audiencias públicas, referéndums, consultas, planeamiento estratégico y presupuestos participativo). Para esto es importante la convicción de la dirigencia en estos mecanismos y la propia práctica en las fuerzas políticas y movimientos que la impulsen

Queremos una ARGENTINA VERDE. Hasta ahora la política toma como un dato de color los problemas ambientales y prevenir el cambio climático que el propio capitalismo genera. Es consustancial al debate de las formas de generación de riqueza incluir esta perspectiva que abarca a cuestiones tan básicas como la energía y el consumo. Y cuyos efectos ante la ausencia de escucha se están volviendo dramáticos. Cuidar los recursos naturales y el ambiente implica cambiar las formas de valorar la riqueza y por ende de generarla.

Queremos una ARGENTINA HUMANA. Hoy la política mira a las personas como números para ver cuanto ganan o cuanta riqueza producen o tratar de disimular si se mueren o si se caen del mapa. Aunque apelan a las masas en campaña la mayoría de los politicos están aislados y lejos de la gente. Sólo en algunos momentos históricos se logran ampliar derechos y las personas cuentan como tales; he allí donde el peronismo y el radicalismo están en la memoria del Pueblo en sus momentos gloriosos. Debemos superar esos logros. A mayor dificultad global y local, mayor exigencia de creatividad, de construcción alternativa y de ir a fondo en los cambios necesarios allí donde sea posible.

Valoramos tu experiencia y capacidad. Apelamos a que reconozcas errores, a que nos escuches y ayudes a cambiar lo que se hizo mal y a hacer lo que no se hizo.

María José Lubertino