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En la Feria del Libro de Mar del Plata la autora habló de su libro, acompañada por referentes en la lucha por los derechos humanos como la diputada nacional Fernanda Raverta, la abogada Yamila Zabala Rodríguez y Jorge García del Colectivo Faro por la Memoria.

 

- Analía, ¿cómo surgió la idea de este libro?, ¿cómo lo trabajaste?

- Creo que tiene un poco que ver con el momento que se estaba viviendo, y también con mi momento personal. Yo había sido mamá y estaba trabajando en temas vinculados con los derechos humanos, la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final, y después la declaración de inconstitucionalidad, y me parecía que había mucho que no sabíamos sobre los nietos. Me pasó volver de una nota en Plaza de Mayo y que estuvieran  mis bebés en mi casa, y empecé a preguntarme cómo sobrevive un bebé que es robado apenas nace y llevado con otra mujer, y empecé a pensar todo eso. Yo sentí que había que contar las historias y contarlas desde el punto de vista de ellos para entenderlos, y para entender también lo que fue la dimensión del plan del robo sistemático de bebés en la Argentina, que sique vigente porque el robo de identidad permanece hasta que no se establezca la verdadera identidad de ellos.

- Y el ocultamiento de archivos de muchos ex funcionarios de la dictadura…

- Sí, hay ocultamiento de archivos, hay archivos que se habrán destruido. Este año tuve la suerte de viajar por trabajo a Israel; estuve en el Museo del Holocausto en Jerusalén y allí se sigue investigando algo que uno supone que esta recontra investigado. Hay una sala, por ejemplo, con decenas y decenas de estantes, algunos completos con carpetas que son los datos de las víctimas, y después hay decenas de estantes vacíos… Cuando a uno lo guían en la visita le dicen: "si ustedes conocen a alguien que haya sido victima del holocausto, y no haya prestado testimonio, acá está todavía el espacio para que ellos vengan a darlo y que quede el registro", porque también eso te evidencia que en todos los regímenes dictatoriales, cuando cometen delitos de esta envergadura…

- De Lesa Humanidad.

- Claro, siempre hay cosas para denunciar, investigar y saber.

- ¿Cuáles fueron tus técnicas de investigación?

- Primero hice un trabajo de búsqueda en archivos, después empecé a hacer entrevistas. También fui a buscar los registros judiciales. Después fue mucho el camino a desandar, ir a los lugares para hablar con gente, encontrar algunos testigos. Por ejemplo hubo un caso, el caso Carlos Delia Casco, que encontramos a una mujer que había estado detenida-desaparecida con su mamá, y entonces él la fue a ver y me traía los datos, pero fue como un trabajo de hormiguitas de un par de años… y bueno, lo más fuerte fueron los testimonios de ellos mismos.

- Reconstruir la historia desde cada uno.

- Sí, muchas horas de entrevistas, para conocerlos bien y entenderlos bien tuve que charlar mucho… con algunos me junté muchos días, fuimos incluso a algunos lugares juntos e hicimos… el tema es que es historia viviente, es difícil porque hay pruebas que ya no existen. Tenés la ventaja de que a algunos protagonistas les podes preguntar, pero al mismo tiempo me acuerdo el caso de Matías Raller Rotolosa, que estábamos hablando después de horas y horas de entrevista un día y en un momento me dice: "uy, te acabo de decir algo que no se lo hubiera dicho ni a un psicólogo". Algunos me han dicho cosas que no sabían ni sus parejas ni sus amigos. Hay amigos de los protagonistas del libro que cuando lo leyeron me vinieron a decir: “me enteré tal cosa porque lo leí” no porque se lo hubieran contado, de tan difíciles que son estos temas.

- La historia hay que reconstruirla desde sus protagonistas.

- En este caso porque están, ¿no?. Yo soy periodista, no historiadora, en algunos momentos es como por ahí que necesitaba ser psicóloga porque era algo muy difícil, era difícil para mi manejar las historias, tenia que ir con mucho cuidado porque a veces tocaba fibras que podían provocar mucho dolor, entonces tenía que ser muy cuidadosa.