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En este diálogo a fondo que mantuvo IB24 con el dirigente de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, analizó el primer año de gobierno de Mauricio Macri, el acuerdo alcanzado por la Emergencia Social, el rol de la CGT, los posibles caminos para lograr la unidad del movimiento obrero, y su buena relación con la Corriente Federal de los Trabajadores de la CGT.

 

-¿Cómo analiza la situación social, económica y laboral del país, a un año de la asunción de Mauricio Macri?

- Ha sido un año muy difícil para los sectores populares porque toda la política del gobierno se concentró en beneficiar a los grupos más poderosos vinculados a las exportaciones primarias sobre todo los cerealeros, los vinculados al negocio de la soja, hubo un festival de especulación financiera que todavía funciona a pleno, y estas son todas medidas que repercuten negativamente sobre la actividad económica, el alza de las tarifas no solamente ha castigado a los que menos tienen, haciéndoles más inalcanzable el costo de la vida, sino que ha repercutido en los grandes empleadores que tiene la Argentina que son los pequeños y medianos empresarios, y esto se nota en las barriadas donde cuando empiezan a suspender o perder los trabajos los trabajadores formales hay un efecto dominó sobre los trabajadores informales, precarios, y entonces hoy tenemos una gran desocupación con recesión, con incremento de la Deuda Externa, sin actividad casi del mercado interno, por eso ahora el gobierno da manotazos como el plan “Ahora 18”, pero no tiene mucho sentido inventar planes de compras en fáciles cuotas cuando la gente está tratando de llegar con las comidas solamente, así que creo que es un mal año para los trabajadores y para el país, y creemos que el año que viene se va a dar un frente de tormenta muy fuerte en torno a las paritarias, que el gobierno viene como locomotora decidido a hacer bajar la inflación a costa del salario y ahí va a haber un choque grande.

-¿Qué opinión le merece el acuerdo que se logró entre los movimientos sociales y el gobierno por la Emergencia Social?

- Creo que son paliativos. Todo lo que de alguna manera sirva para que la Asignación Universal por Hijo se incremente, para que haya recursos que lleguen a los que hoy no tienen nada siempre es positivo, pero evidentemente no podemos dejar de tener en cuenta que son medidas que tienden al control social, a tratar de contener la convulsión que puede generar la situación de conflictos que se vive en los barrios más pobres y que son, como decimos en el barrio “pan para hoy y hambre para mañana”. Acá la salida realmente es recomponer el mercado interno, darle oportunidades a la producción nacional y dar trabajo. Pero con acuerdos como éstos hay un punto de quiebre porque si el gobierno no resuelve la crisis en la medida que la desocupación se incremente, los recursos para repartir en la ayuda social cada vez van a ser menos.

-¿Y cree que este gobierno tiene como objetivo, o está en condicione de resolver la crisis?

- El Gobierno por el camino que va no va a resolver la crisis, por el contrario la va a profundizar y corremos el riesgo de llegar a un punto de colapso que va a ser el cuello de botella entre la deuda que se está tomando, los intereses que se tienen que pagar, la recesión interna, el retraso cambiario que ya están denunciando algunos especuladores, creo que puede generarse la tormenta perfecta para que en términos económicos nuestro país sufra una nueva crisis muy fuerte, y lo mejor sería prepararse para situaciones donde los sectores populares, los trabajadores, tenemos que salir a plantear el cambio de la agenda social y productiva.

-¿Cómo ve la unidad del movimiento obrero en este contexto que acaba de analizar?

- Por un lado como algo absolutamente necesario, creo que al gobierno solamente la movilización social y la presencia de los trabajadores en las calles, con los movimientos sociales, le puede significar un frente para realmente tener que sentarse a discutir en serio un cambio de rumbo. No veo que desde otro lugar pueda surgir esa fuerza que haga que la maquinaria del ajuste del gobierno se trabe, pero más allá de esto, chocamos con la realidad, y en la realidad tenemos muchos dirigentes de peso dentro de la CGT que apuestan a continuar el idilio con el gobierno, que están convencidos de que el gobierno de Macri es lo menos malo, que peor seria el fracaso de éstas políticas y volver a las políticas populistas.

-¿Usted cree que en la CGT alguien piensa que sería peor volver a políticas populistas?

- Hay dirigentes sindicales que piensan eso

-¿Quiénes por ejemplo?

- El “Momo” Venegas, Barrionuevo…

-Pero ninguno de ellos es conducción de la CGT.

- Bueno…te puedo decir del triunvirato…creo que en el triunvirato está lo mejor, por lo menos el compañero Schmid, el compañero Daer, pueden ser la posibilidad de que la CGT retome un rumbo que permita la unidad con el movimiento que representamos las dos CTA en los sectores sociales para discutir una agenda de los trabajadores, pero bueno…depende de la ecuación interna, de la correlación de fuerzas…hoy por hoy lamentablemente la CGT sigue siendo parte de la telaraña en la que el gobierno la colocó y de ahí no sale, discutiendo agendas de ficción, asumiendo compromisos como el del bono, asumiendo acuerdos de no despidos de los que los empresarios no tardan dos horas en aclarar que “bueno, tampoco era vinculante”; de manera que creo que hay que tratar de romper esa telaraña y retomar la iniciativa por el camino que lo hicimos el 29 de abril.

-¿Están cercanos ustedes a la Corriente Federal de los Trabajadores de la CGT?

- Sí, tenemos muchas coincidencias, compartimos la necesidad de profundizar un accionar en común y sé que ellos dentro de la CGT dan la disputa para tratar de abrir el camino y la posibilidad a éstas definiciones.

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